Son varios los remedios homeopáticos que permiten detener el desarrollo de las hemorroides, que se caracterizan por la formación de várices sobre las venas del ano o el recto.
Las hemorroides se caracterizan por una dilatación permanente de las venas a nivel del recto o del orificio anal, y toman la forma de una varice y provocan la aparición de pequeñas bolas al interior o al exterior del ano. Existen principalmente dos tipos de hemorroides: las internas y las externas. Las primeras son las más frecuentes, y son en general poco dolorosas. Las segundas son más graves, ya que salen al exterior del ano durante la deyección, y no vuelven a entrar ni siquiera después de la defecación.
Se distinguen dos variedades, el prolapso hemorroidal y las trombosis hemorroidales. Estas últimas son causadas en general por la formación de un coágulo en la vena varicosa, y llevan a una constricción rectal. La aparición de hemorroides puede deberse a una mala higiene alimentaria (un exceso de especias o de alcohol, por ejemplo) o al sedentarismo y la obesidad. Asimismo, a veces puede deberse a un trastorno digestivo, un embarazo, una cirrosis hepática o un tumor rectal.
La aparición de hemorroides se efectúa en cuatro fases. En las dos primeras fases, las varices se encuentran aún en el interior del recto. El dolor que provocan es tolerable y a menudo está asociado a una hemorragia. En esta etapa, las hemorroides sólo se manifiestan por una contusión anal indolora, un deseo constante de defecar y/o una sensación de ardor a nivel del ano. En los casos más graves pueden llegar a provocar fisuras anales, que desencadenan una contracción dolorosa del esfínter anal, especialmente después de excretar.
En el tercer y cuarto estadio, las hemorroides se vuelven externas y visibles. Generalmente, pueden ser empujadas al interior. Sin embargo, tan pronto como el paciente se pone de pie o en movimiento, reaparecen. Las hemorroides externas pueden ir acompañadas de dolor de cabeza, diarrea, colopatía y flatulencia, pero se manifiestan sobre todo por una sensación de pesadez o la impresión de tener un cuerpo extraño en el ano, y/o por dolores punzantes, picores y quemaduras. También pueden causar irritación, inflamación o hinchazón de la cuenca del contorno del orificio rectal.
La homeopatía propone varios remedios que permiten aliviar el dolor durante las crisis de hemorroides, que pueden ser puntuales o repetitivas. Así, Hamamelis virginiana y Collinsonia Canadensis alivia las hemorroides causadas por un estreñimiento o un embarazo, caracterizadas por una hemorragia más o menos abundante. Aesculus se preconiza para los que sufren sensaciones de picaduras. Arnica montana permite tratar las hemorroides acompañadas de contusión rectal y Muriaticum acidum es el remedio más indicado si las crisis son favorecidas por dl calor o si las hemorroides son sensibles al tacto.
Un buen número de remedios homeopáticos permiten eliminar los síntomas de hemorroides. Aloe socotrina se recomienda en el caso de que las hemorroides sean diarreicas y/o se caractericen por dolores agudos acompañados de excreción incontrolada de materia fecal. Lachesis Mutus está prescrito a las mujeres cuyas hemorroides aparezcan antes de las normas, y Kalium carbonicum conviene a quienes sufran trastornos digestivos. En cuanto a Fluoricum acidum, permite superar los picores agravados por el calor y mejorados por el frío.
La mayoría del tiempo, los homeópatas prescriben tratamientos a base de Lachesis, Graphites, Sulfur y/o Sepia para que los pacientes se curen de las hemorroides. Sin embargo, si éstos provocan constipaciones, punzadas o fisuras anales, Nux vomica y Rathania serán más eficaces. Por otra parte, si son de origen parasitario y causan una ulceración o una supuración al interior del recto, lo mejor es de recurrir al remedio Silice. Por último, las hemorroides hemorrágicas y disentéricas pueden tratarse con Ficus religiosa, que permite una remisión rápida.
Las hemorroides de fase 1 o 2 son bastante difíciles de detectar, por lo que es mejor hacerse auscultar por un médico en caso de sangrado durante o después de defecar, o en caso de dolor o de escozor al interior o al exterior del ano. Esto permitirá impedir la evolución de la enfermedad. Por otra parte, como la posología de los medicamentos homeopáticos depende de la sensibilidad del paciente y de la gravedad de su enfermedad, es mejor consultar a un homeópata antes de efectuar un tratamiento. Por último, si tras el tratamiento las hemorroides salen aún más frecuentemente y es imposible hacerlas volver a entrar en el recto, se recomienda consultar con urgencia un médico.
Tratamientos asociados?
Importante algunos medicamentos homeopáticos son eficaces, no sólo para tratar las hemorroides sino también para tratar los trastornos del colon, que muy frecuentemente son la causa de las varices del recto y que pueden causar un cáncer.