El término hernia designa la salida de un órgano o de un trozo de órgano del lugar que normalmente debe contenerlo. La hernia es causada por la dilatación interna de una zona muscular reblandecida o cuando un órgano entra en esa parte; así, la hernia podrá aparecer en distintas partes del cuerpo donde se verifique una relajación muscular.
Una hernia puede manifestarse de diferentes maneras; la hernia diafragmática o de hiato se caracteriza por la introducción de una parte del estómago en la cavidad torácica a través del diafragma. La hernia inguinal, por su parte, se manifiesta con más frecuencia en la zona de la ingle, mientras que la hernia discal es una saliente de un disco intervertebral, generalmente como resultado de presiones importantes ejercidas en la columna vertebral. El exceso de peso, el embarazo, la edad y ciertas anomalías genéticas pueden causar una hernia discal que, en muchos casos, afecta la parte bajo de la espalda, pero también puede ocurrir a nivel del cuello. Si la saliente comprime una de las raíces del nervio ciático, puede causar una neuralgia ciática.
La hernia de hiato a veces es asintomática, pero cuando la enfermedad se declara provoca reflujos ácidos del estómago hacia el esófago. Estos reflujos gastroesofágicos provocan entonces sensaciones de ardor a nivel del estómago, y también pueden provocar regurgitaciones, eructos permanentes y eventualmente una hemorragia.
Una hernia inguinal también puede carecer de síntomas, pero las personas afectadas experimentan a menudo una incomodidad cuando se inclinan o tratan de levantar un objeto, y sientan entonces la presencia de un cuerpo extraño en la ingle que desaparece cuando están en posición supina.
Los síntomas de una hernia discal varían de un paciente a otro, pero generalmente esta afección provoca una lumbalgia (lumbago) si está localizada en la parte inferior de la espalda. Si está situada en el cuello, causa rigidez y dolores de cuello.
Para tratar los síntomas de una hernia de hiato, es necesario ante todo mejorar el tránsito del paciente. Para ello, se le prescribe al inicio del tratamiento Nux Vomica 5 h a razón de una dosis antes de la comida y otra 10 minutos después de haber comido. Si el paciente está pálido y sufre calambres estomacales con emisiones de gases, hay que administrarle Ipeca. En caso de eructos y dolores estomacales agravados por la absorción de alimentos azucarados, Argentum Nitricum es el remedio aconsejado. La hinchazón abdominal después de una comida, flatulencias y dispepsia causados por una hernia serán tratados con Kalium Carbonicum.
En la mayoría de los casos, el tratamiento indicado es Asa Foetida 15 CH, una toma por semana, asociado a Cuprum Arsenicum 15 CH, 3 gránulos, 3 veces al día, Sulfuricum Acidum 15 CH, 3 gránulos, 3 veces al día y Nux Moschata 9 CH a razón de 3 gránulos, 3 veces al día.
En caso de que el reflujo esofágico vaya acompañado de adelgazamiento, hemorragia digestiva y anemia, se impone una consulta médica . Por otra parte, si se tiene un dolor de espalda acompañado de fiebre o una gran debilidad o que tarda en curar a pesar de masajes y descanso, hay que ver a un médico para prescriba el tratamiento adecuado. En todos los casos, como la mayoría de las hernias pueden ser asintomáticas, toda masa exterior y anormal situada en cualquier lugar del cuerpo deberá ser objeto de un examen médico.
Patologías asociadas
Importante Actualmente, las preparaciones homeopáticas para tratar una hernia de hiato son numerosas, pero no se dispone de ninguna que permita tratar una hernia discal o hiatal.